Featured Post

27 de noviembre de 2007

El payaso que sí es el dueño del circo



César Aedo tiene en las manos una pelota amarilla. Es una pelota antiestrés. Mientras contesta estas preguntas la aprieta y aprieta. Juega. Es el mismo hombre que a los 22 años quería viajar a Suiza para estudiar Sociología, el que se fue de mochilero y se tomó siete meses para llegar a ese país. En el camino comenzó a hacer teatro en las calles de Colombia. Jugaba. Era un actor autodidacta que al pisar Europa encontró su verdadera vocación. Casi 30 años después volvió al Perú: el cóndor sigue volando (y jugando).

En el 2005 llevó El Vuelo del Cóndor al Vértice del Museo de la Nación, luego se movió al Jockey Plaza y ahora está en Megaplaza. ¿Ya capturó un mercado?
El primer paso que hemos dado es poner la carpa en Lima Norte. Lo interesante con esto es que estoy aprendiendo de un márketing peruano, pues haber estado en el extranjero es totalmente ajeno a lo que veo ahora. En Estados Unidos la gente se programa para asistir a un espectáculo. Aquí no. El domingo 28 a las 2:30 teníamos 95 asientos vendidos para el show de las 6 de la tarde. Pero al comenzar teníamos 720 butacas llenas. Es decir que en tres horas la gente había comprado boletos. ¡Es increíble! Esto es una muestra de que aún nos faltan muchas cosas por aprender. No soy todavía suficientemente conocido en el Perú y nuestra empresa Circo Etno tampoco es tan conocida, no es una propuesta totalmente marketeada si hablamos desde un punto de vista comercial.

¿De qué modo marketea el espectáculo?
Por ahora solo por perifoneo. Las municipalidades de San Martín, Independencia, Los Olivos y Comas nos han permitido ir por las calles perifoneando. Eso no se puede ver acá (en Surco). Esto se me ocurrió porque no he llegado a un acuerdo de canje publicitario con canales de televisión. No se ha podido. ¿Entonces cómo hacer esto masivo? Tengo que planificar un trabajo de hormiga, persona a persona, repartiendo volantes, pegando afiches, y ver modos de llegar a la gente que va a Megaplaza.

En estos años ha tenido auspicio de la empresa privada. ¿Qué tan difícil es que apoyen proyectos como el suyo?
Hoy las empresas lo entienden mejor y cogen estas propuestas en sus programas de responsabilidad social. En Estados Unidos o Europa la empresa privada que auspicia espectáculos puede descontar ese dinero de sus impuestos. Esta es una medida que debería incentivar el Gobierno Peruano. Llevo tres años haciendo un espectáculo abanderado de la cultura peruana y el Gobierno no pinta acá. Ni mira. No le dan importancia a la cultura y no dan incentivo a la empresa para que promocione actividades artísticas. En Francia, donde viví por varios años, hasta el ciudadano más pobre puede acceder a un espectáculo porque está subvencionado por el Gobierno. Acá no existe nada de eso y por eso el país no se mueve en cultura.




¿Y con recursos propios una empresa cultural puede crecer en el país?
Por supuesto que es importante el apoyo de la empresa privada. Nadie se lanza solo. Pero yo he ido al Megaplaza de puro arriesgado. Me gusta el riesgo. Estoy yendo allá de puro loco, sin ningún auspicio, porque quiero descentralizar la cultura. No quiero que todo se manifieste solo en un sector distrital. Para eso he creado una carpa, que en cuatro días se arma y desarma y se puede llevar donde sea.

¿Qué ocurrió para que trabaje con una carpa propia? ¿Cuánto invirtió?
Ya lo tenía pensado desde hace cuatro años. Pero buscaba cómo concretar la idea, dónde poder hacerlo y a la vez mantener un público activo. La carpa es nuevecita y costó US$300.000. Está hecha con lona francesa y fabricada por mexicanos. Entran 1.163 personas sentadas. Con esta carpa puedo irme a Estados Unidos porque cumple con los estándares con los que se trabaja allá. Si algún día llega la oportunidad estoy listo. Es un lujo que tenemos para ser competitivos en el mercado.

¿Qué lo motivó a volver al Perú en 1995? ¿También fue un impulso alocado?
Sí, porque el primer año que volví nadie me conocía y tampoco tenía auspicio. Sentía que el Perú necesitaba un cambio en todo sentido, y si bien el peruano ya ha tomado conciencia de la importancia de la democracia y ha cerrado filas contra las dictaduras, creo que a la par también la cultura debe tener su lugar, sobre todo hay que sensibilizar al pueblo con el trabajo artístico.


¿Qué tan complicado es para usted manejar una empresa?
Hacer empresa en el Perú no es nada fácil, sobre todo en entretenimiento. Pero este es un lindo desafío y por eso estoy interesado en luchar para que la cultura pueda llegar a todos los rincones. Como empresario, para mí todo es nuevo. Nunca tuve una empresa de circo que mueva esta infraestructura y personal (12 en oficinas y cerca de 90 para el espectáculo). Antes participé en otros espectáculos dando ideas de dirección artística y a la vez me he presentado durante 6 años en el Sea World de Orlando (EE.UU.). Pero lo que hago ahora es otra cosa. Hace 10 años el show solo tenía 30 minutos, y ahora dura 2 horas. Hay más historia, más producción. Como ves, todo ha crecido. Me he formado con extranjeros y ahora estoy creciendo con peruanos.

¿Cómo convenció a los artistas extranjeros para que lo acompañen al Perú?

Algunos conocían mi trabajo en Estados Unidos. Conocían lo serio y responsable que soy. A la gente le pago puntual y no les digo te pago en dos o tres semanas.

También ha convocado a jóvenes peruanos para su circo.
Encontré gente en las calles, he ido a Villa El Salvador y he entrevistado a muchos jóvenes. Algunos recomendados por Vania Masías. Mi espectáculo no excluye, incluye. Conmigo estos chicos peruanos se están formando, porque en el trabajo diario comparten con artistas de otro nivel, que vienen de escuelas. En el Perú hacen falta muchas escuelas.


A los 22 años se fue del Perú y no paró hasta estudiar en Francia con el mimo Marcel Marceau. ¿En ese momento estaba muy seguro de lo que quería hacer con su vida o también se lanzó como loco?En verdad estaba muy seguro. Es dura la vida del artista, pero no me arrepiento. Hoy los desafíos son buenos para seguir creciendo como actor y empresario. Espero que me vaya mejor, entonces tendré más tranquilidad para crear.


LA FICHA
Nombre: César Aedo
Profesión: Actor
Cargo: Gerente
Organización: Circo Etno es la empresa que formó Aedo para realizar su espectáculo El Vuelo del Cóndor (inspirada en la leyenda de los hermanos Ayar). Junto a su esposa Lisa, se encarga de la producción. El elenco en escena lo forman cincuenta artistas.

Organización:
Circo Etno es la empresa que formó Cesar Aedo para realizar su espectáculo El Vuelo del Cóndor (inspirada en la leyenda de los hermanos Ayar). Junto a su esposa Lisa, se encarga de la producción. El elenco en escena lo forman cincuenta personas


Reportaje sobre El Vuelo del Cóndor









Extraído de: Diario El Comercio publicado el 04-11-2007 por Julio Escalante Rojas

24 de noviembre de 2007

"Yo lo he aprendido todo en la calle"



Si se cierra una puerta, otra se abrirá, aprendió. Vendía ollas de casa en casa. Hoy, su tropa de impulsadoras promociona los productos de grandes empresas. El 89, ella empezó en su sala

Miraflores. Piso cuatro de un edificio de cuatro pisos. Aquí queda su oficina, el edificio le pertenece. Su almacén está copado con los productos que sus clientes le dan a promocionar. A Lucrecia Carrión no le gusta estudiar, pero sin ella su empresa se desbarataría.

Matute. Ahí creció Lucrecia. Huérfana de padre y madre a los 9 años, junto con sus dos hermanos menores fue acogida por su hermana mayor, su cuñado y los cuatro hijos de estos. Al año, a solo dos de todos ellos les tocaban zapatos. Lucrecia estaba a cargo de toda la prole. Está convencida de que así comenzó todo, de que así ella se cuajó en el arte de liderar una empresa. Lucky, así bautizó a la suya. Lucky, así han llamado a Lucrecia toda la vida.


Usted empezó vendiendo ollas puerta por puerta.

Así es. Nosotros somos huérfanos de padre y madre, fuimos criados por nuestra hermana mayor. Ella se convirtió en nuestra mamá y mi cuñado, en un papá maravilloso. Éramos siete --porque ellos ya tenían cuatro hijos--, pero pasaron unos años y también la perdimos a ella. Yo era la mayor.

¿Qué edad tenía?
Estaba por cumplir 17, y me quedé al frente de la casa. Al poco tiempo salí embarazada, así que ya no éramos siete, sino ocho. Las necesidades eran tremendas, así que la lucha fue muy grande; ¡y ahí empezó mi empresa! ¿Por qué te digo esto? Nosotros fuimos criados con muchos valores: mi papá y mi mamá (su cuñado y su hermana) nos enseñaron que uno puede vivir en un lugar humilde, pero se tiene que diferenciar. ¿Cómo? ¡Teniendo la casa más linda, la más limpia! Cuando falleció mi hermana, yo dije: nadie llora, no vamos a dar pena, ¡vamos a seguir el ejemplo que ella nos dio! Y hoy, mientras recordaba cosas a propósito de esta entrevista, pensé que ahí empezó esto de cómo llevar una empresa; porque mi padre era obrero, y todos teníamos que trabajar para aportar.

¿Dónde vivían?
En Matute. Cada uno de nosotros tenía una tarea, ¡y se volvió un especialista! El que limpiaba el baño tenía que hacerlo brillar, si no, no salía a jugar pelota. Así nació la especialización. Y mira, la satisfacción nuestra es que ahora todos son buenos esposos, buenos padres. Pero eran tantos, que cuando había que dar las quejas, yo tenía que tomar nota. Así aprendí a estar atenta a todo.


Manejando su casa aprendió a administrar su empresa.
¡Te lo juro! Ahora me doy cuenta de que así me nació el hábito. Eran tantos, que yo tenía que organizar hasta en qué orden entraban a la ducha; y en las vacaciones, ¡todos tenían que trabajar! Comprábamos bloques de margarina y lo partíamos en cuadraditos para vendérselos a los vecinos.
Era bien rico, porque además todo lo hacíamos bien divertido: en la casa siempre había música. Lo valorábamos todo. Por eso, si tuviera que volver a nacer, pediría que todo fuera igual: porque así aprendimos a agradecer. Mis hermanos y yo sabíamos que esa no era nuestra casa, que ellos no eran nuestros padres, ¡y teníamos un afán de agradecimiento! Si almorzábamos en la casa de una tía, yo le limpiaba la casa.


¿Y todo eso, en qué se tradujo cuando empezó a trabajar?

Ya con una hija, tenía que trabajar para mantenerla. Después tuve el segundo y, obviamente, no había estudiado... Yo me inicié mirando un aviso en el periódico, uno de esos que te dicen: vas a ganar mil dólares. Me presenté y el gerente me impresionó. Comencé a soñar con todo lo que ahí iba a lograr.

Era la fábrica de ollas.
La fábrica de ollas, y seguí al pie de la letra todas las indicaciones que me dio. Él me formó como vendedora, ¡hasta ahora sigo sus reglas! Era el señor Valverde, no me olvido de él nunca; y como él, han aparecido en mi vida personajes para los que no tengo más que agradecimientos.


Su siguiente paso fue trabajar en la empresa que hoy es Alicorp.
No, después de vender puerta por puerta --y de trabajar domingos y feriados--, empecé a vender publicidad en un semanario. Sentía que había subido de nivel. En esa época, mi hijo jugaba en Alianza Lima, y como yo estaba metida ahí --era la delegada de las divisiones menores--, se me ocurrió una idea: como ahí veía a niños con talento, pero que se desmayaban por falta de una buena alimentación, le planteé al semanario contar ello: así ayudaba a esos niños y también me ayudaba yo, porque presenté la historia a Perú Pacífico y aceptó poner avisos en el semanario. Con esa comisión, yo tenía para pagar siete meses del colegio particular de mis hijos. ¡Imagínate!

Perú Pacífico, hoy Alicorp.
Así es.

Ese fue el gancho para luego entrar a esa empresa.
En realidad, sí. Cuando conseguí el contrato con Perú Pacífico me enteré de que, con ese dinero, el semanario iba a comprar el papel para la impresión. ¿Recién? ¡Ah, no!, dije. ¿Y si no consiguen dinero para la siguiente edición? Ya veremos, me dijeron. ¿Te imaginas? Ese gerente (el de Perú Pacífico) había confiado en mí, me había pagado la publicidad para varios números. No entregué el cheque a la revista. Fui adonde el gerente y le conté lo que había pasado. Le devolví su cheque y le agradecí la confianza. ¿Y ahora qué vas a hacer?, me preguntó. Buscar trabajo. Me dijo: ya lo tienes, mañana empiezas acá.


Trabajó ahí tres años. Decidió independizarse y abrió su empresa en el garaje de su casa...

En la sala, ¡ya hubiera querido tener garaje! (ríe)...


Hoy tiene este edificio de más de 1.000 metros cuadrados. ¿Cómo lo ha hecho?

Transformando a las personas, enseñándoles a soñar.

Suena fácil.
Uno va creando su necesidad. Yo tuve que crear esa historia (la de los niños mal nutridos de Alianza Lima) para poder vender esa publicidad. ¡Yo tenía una necesidad! También tenía un sueño: crecer, ¡salir adelante!

¿Si ya tenía la chamba segura, por qué se independizó?
Me lo propusieron. Empezaron a tercerizar, y me lo propusieron. Yo lo vi como una oportunidad, una oportunidad que no tiene cualquiera. Por eso tuve que buscar el nombre de mi empresa en un día, y como a mí me dicen Lucky... Te hablo de la transformación de las personas por el mismo hecho de venir de una condición humilde y, pese a ello, ser feliz, ser derecha y agradecida. Ese es el secreto, ¡para todo lo que quieras en la vida! Así fue como yo pasé de la sala de mi casa a tener este edificio. Uno puede transformar a las personas, uno se puede transformar a sí mismo.

Quienes conocen su empresa saben que su crecimiento está determinado por el que ha experimentado Alicorp.
Ellos me dieron las pautas. La necesidad de su crecimiento fue la nuestra, y la asumimos como tal.

¿De no ser por esa empresa no habría crecido Lucky?
De repente no habría crecido en promociones, pero te aseguro que, en otro rubro, habría crecido ¡de todas maneras!

¿Por qué?
Porque estoy convencida de que se pueden lograr cambios, ¡que todos somos capaces! Nadie tiene más ojos ni más manos que nadie. Unos han tenido la oportunidad de tener un título en la universidad, otros lo hemos aprendido todo en la calle.

Siendo hoy el mercado tan agresivo. Eso no ha hecho que usted se sienta...¿Disminuida? Yo aprendí a quererme, y cuando tenía que competir con alguien con mejor físico --porque eso también cuenta-- y mejor capacitado, yo decía: tengo que transmitir 'algo', tengo que sacar algo que me salga de adentro, ¡tengo que ser yo! Y así fue, así es y así será.

Sin embargo, hoy hay una locura por estudiar más y más.
Yo sí estudio y me capacito. Te digo cómo: a través de toda mi gente. Si le pago una, dos maestrías a Juan Carlos (su hermano), ¡él me las tiene que pagar! (ríe)... Él llega de sus clases ¡y me cuenta todo lo que ha aprendido!


¿Qué pasa, se considera floja para el estudio?

De repente, sí. Lo que pasa es que yo sigo siendo el ama de casa de toda la vida. Todavía cocino. Antes de salir de casa, dejo hecho el almuerzo. Amo eso. Es parte de mi terapia personal. Además, correr por 21 ciudades, ir a otros países, regresar, ¡alguien tiene que ponerle el alma y la vida a esto!


Y aquí, el alma y la vida la pone Lucrecia.

Así es, y yo sigo siendo la misma.

LA FICHA
Nombre: Lucrecia Esther Carrión Romero.
Colegio: Nuestra Señora de las Mercedes, en el Rímac.
Estudios: "La universidad de la vida".
Edad: 51 años.
Cargo: Presidenta del Grupo Lucky, integrado por Lucky (márketing promocional), Booom (publicidad BTL) y EAPRO (escuela de especialización de promociones).

Datos:
- Lucky empresa de marketing promocional que Lucrecia creó en 1989 con un préstamo de S/. 100.00. Hoy, en una campaña fuerte, puede contratar a 3000 personas.

- Con oficinas en Ecuador y Bolivia, Lucky atiende además campañas en Colombia, EE.UU. Está presente en 21 ciudades del país.




Extraído de: Diario El Comercio publicado el 09-10-2007 por Lucrecia Calderón

23 de noviembre de 2007

Tres Tenores



La lírica peruana no solo tiene como su máximo exponente a Juan Diego Flores. Para citar algunos ejemplos: Andrés Veramendi y José Marino, ambos residentes en España; y José Sacín, residente en Estados Unidos son tres tenores peruanos que desarrollan su carrera profesional en escenarios extranjeros con gran éxito.

Andrés Veramendi ha participado en clases magistrales de Raina Kabaivanska, Ana Luisa Chova y Miguel Zanetti. En el 2005 preparó una versión de La Boheme presentada en la clausura del Curso de Interpretación para la escena lírica en la Universidad de Alcalá. También participó en el montaje de La Traviata en Madrid. A partir del 2006 se trasladó a Milán donde ha continuado perfeccionándose bajo la dirección del maestro Vittorio Terranova.

José Marino reside en Madrid desde el 2006. Allá continúa sus estudios bajo la dirección de la maestra Isabel Penagos y los alterna con participaciones en recitales y conciertos en Madrid, Escorial y Valladolid.

El tenor José Sacín se formó musicalmente en universidades de Estados Unidos. Ésta es la primera vez que cantará en un programa de concierto en el Perú. Sacín ganó en el 2001, el premio del Montpellier, Cultural Arts Center y en 1999 recibió dos premios del concurso la Ópera de Anápolis y el de la Association of Teachers at Singing Competition.

Las mezclas de NOVALIMA


Novalima es un colectivo musical que nació en 2001 de la mente de cuatro músicos residentes en diferentes rincones del mundo con la intención de formar la música afro-peruana. La música de Novalima sale de influencias de percusiones afro-peruanas y latinas fusionadas con beats electrónicos de dub, broken y house fusión electrónica contemporánea de moda en las capitales musicales del mundo.
Habiéndose establecido en la ciudad de Lima como centro de operaciones, Novalima está preparando un espectáculo de calidad internacional donde se combina música, historia y vanguardia, el que será presentado en Lima y Londres y continuará con una gira internacional.
Recientemente el colectivo Novalima han sido reconocidos por el IMA Awards (Independent Music Awards) en la categoría mejor álbum de World Fusion de 2006. Este reconocimiento norteamericano se le entrega a los mejores exponentes del world music independiente.
Estos premios entregados desde 1999 no se asemejan a ninguna en la industria musical ya que se crearon para apoyar a los mejores artistas indie, sus propuestas, marcas y lanzamientos. Los ganadores y finalistas de los premios IMA tienen la oportunidad de trabajar con verdaderos líderes de la industria alrededor del mundo.
El colectivo Novalima ya goza de popularidad en Europa donde ocupan los primeros lugares del chart de world music con sus originales mezclas de música negra y electrónica.

21 de noviembre de 2007

De la selva su defensor


Julio Cusurichi es un shipibo peruano que, con gran tesón, ha defendido y defiende los derechos de los pueblos indígenas en nuestro país. Sobretodo los derechos de los pueblos indígenas que viven en aislamiento voluntario, que no aceptan vincularse con una sociedad que no los entiende y que no los respeta. Pese a que Julio y su familia han sido amenazados de muerte, él nunca ha retrocedido.
Por su trabajo y por su coraje, Julio Cusurichi ganó el premio medioambiental Goldman, un premio que se otorga todos los años a diferentes personalidades de los 5 continentes que luchan por la preservación del medio ambiente. Este premio también se conoce como el premio Novel de la ecología.

Llamas de exportación


Claudio Lari y Arturo Velásquez, decidieron crear a base de una idea innovadora: Ande Zoo, tomaron un referente peruano como la llama y la revaloraron. "En el extranjero conocen a este animal pero faltaba un soporte que lo relacione con lo peruano", dice Lari. Por eso, hicieron unos peluches que muestren una "llama caricaturizada", con un origen, historia, accesorios y hasta con un pasaporte peruano. Además, la idea es presentar los cuatro auquénidos. "Por eso la llama, la alpaca, la vicuña y el guanaco tienen una personalidad y atuendo único", dice Velásquez.
Hace menos de un año que Ande Zoo se creó, pero ya tiene una producción de 500 peluches. Lari explica que, aunque por el momento los turistas compran casi la mitad de su producción, su negocio depende directamente del turismo. Por eso entre sus canales de distribución contempla los hoteles 5 estrellas, las boutiques de artesanía y algunos puntos de venta que vayan de la mano con el carácter exclusivo del producto. "Todo el soporte que le damos a nuestro peluche permite que el turista que lo compre se mantenga vinculado con el Perú, él se lleva una historia", comenta Lari.

Contact