
César Aedo tiene en las manos una pelota amarilla. Es una pelota antiestrés. Mientras contesta estas preguntas la aprieta y aprieta. Juega. Es el mismo hombre que a los 22 años quería viajar a Suiza para estudiar Sociología, el que se fue de mochilero y se tomó siete meses para llegar a ese país. En el camino comenzó a hacer teatro en las calles de Colombia. Jugaba. Era un actor autodidacta que al pisar Europa encontró su verdadera vocación. Casi 30 años después volvió al Perú: el cóndor sigue volando (y jugando).
En el 2005 llevó El Vuelo del Cóndor al Vértice del Museo de la Nación, luego se movió al Jockey Plaza y ahora está en Megaplaza. ¿Ya capturó un mercado?
El primer paso que hemos dado es poner la carpa en Lima Norte. Lo interesante con esto es que estoy aprendiendo de un márketing peruano, pues haber estado en el extranjero es totalmente ajeno a lo que veo ahora. En Estados Unidos la gente se programa para asistir a un espectáculo. Aquí no. El domingo 28 a las 2:30 teníamos 95 asientos vendidos para el show de las 6 de la tarde. Pero al comenzar teníamos 720 butacas llenas. Es decir que en tres horas la gente había comprado boletos. ¡Es increíble! Esto es una muestra de que aún nos faltan muchas cosas por aprender. No soy todavía suficientemente conocido en el Perú y nuestra empresa Circo Etno tampoco es tan conocida, no es una propuesta totalmente marketeada si hablamos desde un punto de vista comercial.
¿De qué modo marketea el espectáculo?
Por ahora solo por perifoneo. Las municipalidades de San Martín, Independencia, Los Olivos y Comas nos han permitido ir por las calles perifoneando. Eso no se puede ver acá (en Surco). Esto se me ocurrió porque no he llegado a un acuerdo de canje publicitario con canales de televisión. No se ha podido. ¿Entonces cómo hacer esto masivo? Tengo que planificar un trabajo de hormiga, persona a persona, repartiendo volantes, pegando afiches, y ver modos de llegar a la gente que va a Megaplaza.
En estos años ha tenido auspicio de la empresa privada. ¿Qué tan difícil es que apoyen proyectos como el suyo?
Hoy las empresas lo entienden mejor y cogen estas propuestas en sus programas de responsabilidad social. En Estados Unidos o Europa la empresa privada que auspicia espectáculos puede descontar ese dinero de sus impuestos. Esta es una medida que debería incentivar el Gobierno Peruano. Llevo tres años haciendo un espectáculo abanderado de la cultura peruana y el Gobierno no pinta acá. Ni mira. No le dan importancia a la cultura y no dan incentivo a la empresa para que promocione actividades artísticas. En Francia, donde viví por varios años, hasta el ciudadano más pobre puede acceder a un espectáculo porque está subvencionado por el Gobierno. Acá no existe nada de eso y por eso el país no se mueve en cultura.

¿Y con recursos propios una empresa cultural puede crecer en el país?
Por supuesto que es importante el apoyo de la empresa privada. Nadie se lanza solo. Pero yo he ido al Megaplaza de puro arriesgado. Me gusta el riesgo. Estoy yendo allá de puro loco, sin ningún auspicio, porque quiero descentralizar la cultura. No quiero que todo se manifieste solo en un sector distrital. Para eso he creado una carpa, que en cuatro días se arma y desarma y se puede llevar donde sea.
¿Qué ocurrió para que trabaje con una carpa propia? ¿Cuánto invirtió?
Ya lo tenía pensado desde hace cuatro años. Pero buscaba cómo concretar la idea, dónde poder hacerlo y a la vez mantener un público activo. La carpa es nuevecita y costó US$300.000. Está hecha con lona francesa y fabricada por mexicanos. Entran 1.163 personas sentadas. Con esta carpa puedo irme a Estados Unidos porque cumple con los estándares con los que se trabaja allá. Si algún día llega la oportunidad estoy listo. Es un lujo que tenemos para ser competitivos en el mercado.
¿Qué lo motivó a volver al Perú en 1995? ¿También fue un impulso alocado?
Sí, porque el primer año que volví nadie me conocía y tampoco tenía auspicio. Sentía que el Perú necesitaba un cambio en todo sentido, y si bien el peruano ya ha tomado conciencia de la importancia de la democracia y ha cerrado filas contra las dictaduras, creo que a la par también la cultura debe tener su lugar, sobre todo hay que sensibilizar al pueblo con el trabajo artístico.
¿Qué tan complicado es para usted manejar una empresa?
Hacer empresa en el Perú no es nada fácil, sobre todo en entretenimiento. Pero este es un lindo desafío y por eso estoy interesado en luchar para que la cultura pueda llegar a todos los rincones. Como empresario, para mí todo es nuevo. Nunca tuve una empresa de circo que mueva esta infraestructura y personal (12 en oficinas y cerca de 90 para el espectáculo). Antes participé en otros espectáculos dando ideas de dirección artística y a la vez me he presentado durante 6 años en el Sea World de Orlando (EE.UU.). Pero lo que hago ahora es otra cosa. Hace 10 años el show solo tenía 30 minutos, y ahora dura 2 horas. Hay más historia, más producción. Como ves, todo ha crecido. Me he formado con extranjeros y ahora estoy creciendo con peruanos.
¿Cómo convenció a los artistas extranjeros para que lo acompañen al Perú?
Algunos conocían mi trabajo en Estados Unidos. Conocían lo serio y responsable que soy. A la gente le pago puntual y no les digo te pago en dos o tres semanas.
También ha convocado a jóvenes peruanos para su circo.
Encontré gente en las calles, he ido a Villa El Salvador y he entrevistado a muchos jóvenes. Algunos recomendados por Vania Masías. Mi espectáculo no excluye, incluye. Conmigo estos chicos peruanos se están formando, porque en el trabajo diario comparten con artistas de otro nivel, que vienen de escuelas. En el Perú hacen falta muchas escuelas.
A los 22 años se fue del Perú y no paró hasta estudiar en Francia con el mimo Marcel Marceau. ¿En ese momento estaba muy seguro de lo que quería hacer con su vida o también se lanzó como loco?En verdad estaba muy seguro. Es dura la vida del artista, pero no me arrepiento. Hoy los desafíos son buenos para seguir creciendo como actor y empresario. Espero que me vaya mejor, entonces tendré más tranquilidad para crear.
LA FICHA
Nombre: César Aedo
Profesión: Actor
Cargo: Gerente
Organización: Circo Etno es la empresa que formó Aedo para realizar su espectáculo El Vuelo del Cóndor (inspirada en la leyenda de los hermanos Ayar). Junto a su esposa Lisa, se encarga de la producción. El elenco en escena lo forman cincuenta artistas.
Organización:
Circo Etno es la empresa que formó Cesar Aedo para realizar su espectáculo El Vuelo del Cóndor (inspirada en la leyenda de los hermanos Ayar). Junto a su esposa Lisa, se encarga de la producción. El elenco en escena lo forman cincuenta personas
Reportaje sobre El Vuelo del Cóndor
Extraído de: Diario El Comercio publicado el 04-11-2007 por Julio Escalante Rojas